¿Hastiada de la clásica reivindicación del 'menos es más'? Las joyas más ostentosas se transforman en tentadoras propuestas para brillar de noche y de día. Perlas, strass, pedrería... todo está permitido. Una tendencia no apta para las amantes del mínimal.
¿Hastiada de la clásica reivindicación del 'menos es más'? Las joyas más ostentosas se transforman en tentadoras propuestas para brillar de noche y de día. Perlas, strass, pedrería... todo está permitido. Una tendencia no apta para las amantes del mínimal.
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